No me voy a poner a explicar aquí mi posición respecto a la existencia o no existencia de Dios, para eso tengo mi
otro blog.
Supongo que quienes sí creen firmemente en la existencia de dioses y santos desean encomendarles la protección de sus crías, por eso vemos que los nombres más comunes vienen precisamente de algún santo o virgen
(incluído el mío, el más común de todos).
Pero hay quienes van más allá, no les basta con ponerle a su hijo el nombre de un santo, sino que le ponen en la partida de nacimiento al mismísimo Dios! He aquí algunos casos:
Diosamar
Dioscar
Diosimar
Dioslui
Diosly
Diosmary
Diosmel
Diosnel
Diosner
Diosver
Diosvir
No sé qué piensen ustedes, pero si a mí me hubieran echado semejante vaina, sería la atea más recalcitrante que pudiera existir!