Hacer una cola de banco nunca es chévere, pero siempre se agradece cuando sucede algo que hace la espera menos desagradable.
Ayer se me ocurrió voltear a mirar a la chica que estaba detrás de mí en la fila, y gracias a ella pasé el resto del tiempo pensando no en la espera, sino en el momento en que pudiera venir a publicar el "nombre" que llevaba en el carnet de la inmobiliaria en la que trabaja:
Ayer se me ocurrió voltear a mirar a la chica que estaba detrás de mí en la fila, y gracias a ella pasé el resto del tiempo pensando no en la espera, sino en el momento en que pudiera venir a publicar el "nombre" que llevaba en el carnet de la inmobiliaria en la que trabaja:
***ELNISLEIDY***
1 comentario:
Un nombre tan feo, como ladillaba estaba la propietaria del mismo en la cola del banco.
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